En la Edad Media, la Iglesia Cristiana tuvo un rol decisivo. Fue la única institución que logró ejercer su poder a lo largo de una Europa fragmentada políticamente.
La vida cotidiana en la Edad Media y la forma de pensar de nobles y campesinos estaban muy influenciados por los principios y creencias de laIglesia Cristiana. Como consecuencia de esto, las acciones de la gente se hallaban estrechamente ligadas a las normas religiosas.
La Iglesia era al mismo tiempo el centro de la vida intelectual. Desde este rol preeminente, posibilitó el afianzamiento de una particular interpretación del mundo, diseñado y ordenado según los designios Dios. Se cristalizó así una mentalidad medieval basada en preceptos religiosos que perduró durante siglos.
Los obispos y los sacerdotes hacían vida común con los fieles a quienes guiaban, y así eran llamados secular (que vive en el siglo). Los monjes constituían el clero regular (sujeto a una regla). Vivían lejos del mundo, en comunidad, en un terreno extenso. El monasterio comprendía siempre varios grandes edificios, que muchas veces rodeaba un recinto fortificado. Delante se alzaba el hospicio donde se alojaban los visitantes, la morada del abad, la escuela, la iglesia. Detrás el convento, formado frecuentemente por cuatro edificios alrededor de un patio, comprendía el dormitorio de los frailes, las celdas donde trabajaban, el refectorio donde comían, la cocina, el frutero, la despensa, los depósitos, los talleres y la biblioteca. El patio estaba muchas veces rodeado de galerías cubiertas que se llamaban claustros.